Alejandro Bresler es sólo un empleado del templo del conocimiento. Si tiene quejas, presente una nota por triplicado en la central y espere lo que haiga que esperar.

viernes, 9 de julio de 2010

Al público en general - Un comentario

Posteo un comentario de Adrián S. que me gustó, aunque no comparta algunas cosas, tal como están dichas.

Yo era un detractor de Maradona hasta que lo ví en traje de director técnico. Pasé por la desaprobación total sobre cualquier aspecto de su vida, luego por la incredulidad cuando lo nombraron DT, después por la ira cuando las eliminatorias, y después, el garrotazo: Un cambio de actitud radical, que se ponía de manifiesto en aspectos tan diversos como la vestimenta, la mesura, y un buen uso (por primera vez) de la mística que se le atribuye. Todo esto en consonancia con resultados muy positivos, y tangibles. Me ilusioné, y eso no es poco para un argentino.

No puedo dejar de ver en Maradona y la selección, una versión deportiva y acotada de lo que somos como nación.

Tiene que seguir, hizo un buen trabajo hasta que nos topamos con un equipo que simplemente hizo los deberes mejor que nosotros.

Es que siempre tenemos todas las condiciones, pero todavía somos simplistas, cómodos y cortoplacistas.

Tenemos algo que no se puede transmitir, ni aprender: lo inexplicable que nos identifica y nos hace irresistibles ante el mundo, que nunca parece ser capaz de ignorarnos por completo. Hijos y nietos de inmigrantes que en vez de aceptar incorporarse a las filas o padecer la escasez, eligieron subirse a un barco y mandar todo al carajo: cambiar el mal conocido de la guerra y el hambre (nada fuera de lo común desde que Europa es Europa) por la incertidumbre de "lo bueno por conocer": ¿Cuántos de nosotros hoy día seríamos capaces? ¿Cuánta gente se sobreadapta a condiciones lamentables nada más que para no subirse a un avión? Nuestros abuelos y bisabuelos fueron capaces,y algo de eso nos quedó: evidentemente somos la síntesis de un estrato de gente muy especial, que a lo largo de unos 30 ó 40 años optó por hacer algo distinto.

Nos falta lo más fácil, que sí es lo que se puede aprender de otros pueblos con el pecho frío: hacer los deberes, calcular un poco, contar las monedas a ver si llegamos, ver algo más allá de pasado mañana.


Desde una reunión de consorcio hasta las eliminatorias del mundial, pasando por cualquier otro asunto que nos involucre, la Argentina siempre se manifiesta en patrones bien definidos, desde cualquier plano que se lo quiera analizar. Falta madurar un poco.

Pero mientras tanto, hay que creer que somos capaces, así como en su debido momento lo hicieron la bobe, el opa y la oma, la iaia o los nonos cuando se les cruzó por el balero ir hasta el puerto a averiguar cuánto salía un par de pasajes de ida a latinoamérica.

El tipo se tiene que quedar, es el que mejor nos representa.


Lo que más me atrae es la valorización de ciertos rasgos que se suelen presentar en otros foros como baldones cuasi genéticos e insuperables de una argentinidad retrasada.

Saludos

6 comentarios:

Maria Eugenia Funes dijo...

La verdad es que leer este comentario hoy 9 de julio es un golpe bajo. Demás está decir que acuerdo con Adrián, por lo que voy a tomarme la libertad de transmitirlo.
Saludos.

Alejandro Bresler dijo...

Me gustó la valoración de lo improvisado. Pienso bastante parecido, al menos en eso.

Saludos

Agustina Súnico dijo...

profe ! el jueves que había que ir a firmar las libretas no pude ir porque todavía no me daban la mia, asi que quería saber si podía ir este lunes a firmarla como vi que le dijo a otros chicos,gracias

Alejandro Bresler dijo...

Agustina;

entre las 11 y las 12. Por favor, ni antes ni después.

Saludos

Pablo Loschi dijo...

No me acuerdo cuando nombramos algunos apellidos brasileros , pero hay una acotacion de Niembro que es imapagable , Fernando Niembro "Pero lo que no entiendo es: ¿ KAKÁ NO SE DA CUENTA DE QUE LE PICA ELANO ?"

Alejandro Bresler dijo...

Lo dijo a propósito, Pablo, no jodamos.