Alejandro Bresler es sólo un empleado del templo del conocimiento. Si tiene quejas, presente una nota por triplicado en la central y espere lo que haiga que esperar.

martes, 6 de julio de 2010

Al público en general - Cuartos de final

 Se acerca el final. La gloria empieza a elegir a su representante, mientras que el escarnio ya tiene los suyos. Conforme a la práctica que ya se ha hecho habitual en este espacio, analizaremos los últimos cotejos del torneo que tiene en vilo a la humanidad.

Antes de eso, mencionemos que "la gente" ha galardonado al "fútbol-abstracción" paraguayo como la aparición más revolucionaria de los últimos tiempos y ha seguido manifestándose devota del ícono futbolístico y moral de la actualidad: Marcelo Bielsa. A la espera de un milagro que reponga el espíritu de masacre ausente en casi todo este torneo, pasamos sin dilaciones a comentar los últimos partidos.


- Brasil - Holanda: Felicidade tem muito, muito, muito, muito (mais muito) fim. Se acabó la parodia de la nominación incompleta o vergonzante. Como cruel venganza del destino, el responsable de dejar afuera a la selección de los hombres sin apellido fue el único jugador con uno. Dicen algunos maledicentes que la burla brasileña a la humanidad fue castigada en su ley: tanto, pero tanto avisaron, pletóricos de confianza y desfachatez, los "verde amarelos" al mundo que se darían el lujo de jugar el resto del torneo con Elano afuera, que los holandeses aprovecharon la circunstancia. El partido fue, como se podía suponer con anticipación, una batalla táctica y psicológica de principio a fin; es decir: noventa minutos de basura. Algunos puntos destacables, no obstante, reanimaron un poco el espectáculo: 1) Brasil perdió; 2) Felipe Melo tomó sobre sus hombros la responsabilidad de pincelar el juego con la a esta altura alarmantemente escasa violencia asesina; 3) Perdió Brasil. Podría agregarse un cuarto punto: que Brasil fue derrotado; pero no es bueno alentar la división de la patria grande latinoamericana (desde aquí, un fraterno abrazo latinoamericanista para el hermano pueblo brasileño). Un análisis aparte merece la destacada labor del combinado holandés, que desplegó en el partido todas sus armas: imprecisión, lentitud, infantilidad y la siempre necesaria dosis de renuncia a cualquier cosa parecida al fútbol, tan importante en un mundial. Tuvo su premio, aunque sobre el final pasó sobresaltos por su arriesgada intención de jugar bien, lo cual, en este tipo de competencias, suele castigarse severamente. Conclusión: un digno partido de cuartos de final, sólo opacado por momentos de buen juego que en el balance general del partido resultaron un detalle menor. Calificación del cotejo: 8 (ocho).

- Ghana - Uruguay: Decepción absoluta. Definitivamente, Uruguay es la gran decepción de este mundial. Tras su quinto partido sin extirpar un fémur o practicar una cirugía de maxilar a algún rival, ya puede decirse que todo lo que esperábamos de la "celeste" no podrá verse cumplido, a menos que en las semifinales se produzca un milagro. Puede decirse lo mismo del combinado ghanés (o ghanano), del cual esperábamos un mayor índice de ablaciones, habida cuenta de la estética constumbre de los futbolistas africanos por practicar pintorescas traqueotomías en las instancias decisivas de los torneos que los tienen como animadores. Más allá de estos datos, el partido fue, afortunadamente, todo lo que imaginábamos, defraudando sólo en los instantes finales, cuando se vio alguna intención de practicar buen juego por parte de los ghaneses (o ghananos). El resultado del partido ha sido realmente consagratorio para Uruguay y bien merecido, ya que el haber expulsado del torneo a potencias galácticas como Estados Unidos y Ghana permiten con derecho afirmar que se trata de uno de los cuatro países con mejor fútbol en la tierra (y, por qué no, el universo). Una mención especial merece el gesto fraterno de Gyan, jugador ghanés (o ghanano) que, como reconocimiento a la excelencia futbolística y moral de los "charrúas" decidió declinar la oferta de ganar el partido en el final, lo cual hubiera sido notablemente injusto. Dicen en Sudáfrica (pero Alá es más grande) que Gyan depositó como un legado en manos y pies de los Uruguayos las esperanzas de la carnicería que aun no llegó. Que así sea. Calificación del partido: 2 (dos).

- Argentina - Alemania: Mea culpa. Mucho se me ha observado en estos días que si había podido sobrevivir el torneo sin ver los partidos anteriores del seleccionado, bien podía haber soportado uno más. La referenca es obvia: algunos "cabuleros" me imputan la derrota por haber visto el partido. Más allá de aceptar la parte que me pueda tocar, quiero observar que suele ser provechoso para todo equipo de fútbol aportar a las cábalas un juego al menos mediocre, lo cual no ocurrió. Si "nuestros chicos" depositaron, como parece, todas sus expectativas en mi inasistencia al cotejo tienen también su parte de responsabilidad. Lo mismo puede decirse del técnico Diego Armando Maradona y sus poco felices declaraciones previas al partido, cuando habría señalado que "no soportaría una definición por penales". Los alemanes, atentos y considerados como todo habitante del primer mundo (porque allá es distinto, es otra cosa), habrían tomado a pecho los dichos del argentino y se habrían comprometido a ahorrarle el sufrimiento y la posible muerte (lo cual hubiera sido casi tan triste como perder un partido de fútbol). Bien por ellos. Debo decir que me llamó la atención que quien yo creía venía siendo la figura del mundial hasta el momento (me refiero al gran Martín Demichelis) no me impresionara tanto (o sí, pero no en el sentido que yo esperaba). Lo que sí debe destacarse es el enorme gesto deportivo de los jugadores Otamendi y Romero, que en función de configurar un espectáculo épico desde el inicio convinieron en permitir a los alemanes adelantarse tempranamente en el marcador. Queda como consuelo para la afición argentina que el resultado final permitirá desarrollar hasta el paroxismo la hasta este momento dificultosa tarea del escarnio, tan grata a nuestra cultura. El partido en sí no merece mayores comentarios, puesto que el resultado habla por sí solo: este equipo alemán es realmente una muestra de buen juego, velocidad, precisión y mística de ataque. Ya lo corregirán y ganarán el mundial, probablemente. Saludos al hermano pueblo de Alemania. Calificación del partido: 5 (cinco).

- España - Paraguay: Desilusión, no por el resultado, sino por la actitud paraguaya de intentar (aunque esporádicamente) ganar el encuentro jugando a algo. Probablemente la cercanía de las instancias decisivas llevó a los paraguayos a abandonar su revolucionaria prédica por la ausencia absoluta de fútbol y lo pagaron caro. Enfrente, una selección española más experimentada en el terreno del fútbol real hizo su negocio jugando como sabe hacerlo: pases intrascendentes, gambetas intrascendentes, remates intrascendentes y goles en posición adelantada. Un párrafo aparte merece la actuación del árbitro, cuya encomiable decisión de producir un gol se hizo evidente en un tramo del encuentro en el que decidió conceder penales que fueron amablemente declinados por protagonistas que sabían lo que querían: nada. Mejor dicho: Paraguay insistía en su fragor empatístico y españa en su espera por un offside salvador. Triunfó la injusticia, como debe ser en un mundial. Calificación del partido: 10 (diez).

Saludos a todos, excepto a los integrantes del seleccionado nacional, que ya pueden contarse en la lista de los depravados, fracasados, delincuentes o profesores de filosofía de las ciencias (probablemente esto último sea un exceso).

11 comentarios:

Unknown dijo...

Entre usted, el pulpo y jagger nos condenaron, malditos malditos malditos, PorQue????????????? Que injusta es la vida y el futbol. Mas alla quiero decir que creo que a pesar de es indiscutible que la seleccion tiene que mejorar hicieron un gran trabajo y lo mas importante dejaron todo en la cancha.
Hacia falta que vea el partido realmente? habia necesidad? No si es lo que digo el diablo (usted) me la cola.
Otra cosita te estoy muy enojada con nuestros hermanos uruguayos, tanta bromo y cargada, despues de todo el ultimo partido lo ganaron de pura suerte e inmeracidamente ya que los ghaneses jugaron mejor (aunque errar ese penal es tener mala pata)en fin en mi opinion, AGUANTE HOLANDA, se lo merecen no tienen ninguna copa asi que quiza sea la unica oportunidad que tengan de ganarla. Y por otro lado nada de que Uruguay tenga 3 estrellitas y nosotros 2.

En fin en el 2014 al pulpo lo hacemo a la gallega, a usted lo prendemo fuego y a jagger le cortamo la cuerda bocales y lo mandamos para inglaterra. ta claro, eh eh eh

Anónimo dijo...

Acuérdense de esto, va a cambiar el mundo si lo siguen haciendo en otros lados: http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1281881

Alejandro Bresler dijo...

Sabrina;

a) ¡Cómo no me acordé del pulpo! ¡Y yo autoflagelándome sin percatarme de que toda la culpa es de ese escualo nauseabundo y pérfido!

b) Es cierto, los muchachos dejaron todo en la cancha; hasta el mundial. Eso hubiera preferido que no lo dejaran.

c) ¡Sabrina! ¿Qué te pasó en estos días? ¿Qué mente perversa estalló de repente cuando la presión por la acreditación desapareció? ¿Cómo "que te la cola"? ¿Estás loca? (a propósito... ¿Qué quiere decir que "te la cola"?)

d) Bien por tu enojo con Uruguay. Un amigo mío (el mismo de "setiembre") decía que era muy fácil saber por qué equipo hinchar cuano el propio ya no jugaba: por el que queda más lejos. Un hombre sabio al que no se le escapaba un detalle nada menor: si los holandeses ganan, su petulancia será lejana e incomprensible; si lo hacen los uruguayos... ¿quién se los aguanta?

e) ¿no hay otra posibilidad para 2014 que no me incluya flambeado? Si no hay, no hay... sólo pido agotar instancias.

Adrián S.;

algo ya está cambiando para que haya pasado. Yo creo que en Latinoamérica están pasando cosas muy serias; pero muy, muy serias. Es una época de optimismo personal. Espero que esté fundado.

Saludos

Matías Perez dijo...

Todo muy lindo, pero me niego a votar la 2da encuesta

PD: Muy buena cursada

Alejandro Bresler dijo...

¿Por qué, Matías? ¡Puse opciones para todos los gustos! Otro representante del típico gataflorismo argentino. Lamentable.

Unknown dijo...

Lo que quise decie fue: El diablo mete la cola. jajajaj

Tiene hasta el 2014 para reveer su situacion, o a la hoguera con papas y batatas y con el pulpito hacemos una sopita.

Ademas pensaba no ,sano ejercicio muy recomendable, si gana holanda el mundial una partecita es como si fuera nuestra, no? digo ya que Maxima es princesa y todo eso.

Unknown dijo...

Encuesta Nº2

Maradona (pero aguante maradona.
Espero que el pulpo ese maldito siga pegandole con prode y lo malditos germanos pierdan ante la supremacia gallega!! (jajaja). Y me imagino que usted ya se habra puesto en contacto con el pulpo y jagger para ver donde se van a esconder dentro de 4 años, claro eso si no quieren sufrir una muerte violenta y asquerosa.

Siempre con mucho cariño Ale (ahora te puedo tutear ya no sos mi profe) jajja.

Ema3789 dijo...

Enzo Emanuel Martinez

Quería hacerle una pregunta pero no tiene nada que ver con el tema futbolistico, ¿a que hora se rinde el final del día 12?

Alejandro Bresler dijo...

Sabrina;

estamos en veredas opuestas. Máxima es la única razón por la que NO quiero que Holanda gane el mundial. De todos modos, como tengo muchas más razones para no querer que ganen Alemania y España, me quedo con Holanda.

Enzo;

El final es el 12 de julio a las 10 de la mañana.

Saludos

Anónimo dijo...

Yo era un detractor de Maradona hasta que lo ví en traje de director técnico. Pasé por la desaprobación total sobre cualquier aspecto de su vida, luego por la incredulidad cuando lo nombraron DT, después por la ira cuando las eliminatorias, y después, el garrotazo: Un cambio de actitud radical, que se ponía de manifiesto en aspectos tan diversos como la vestimenta, la mesura, y un buen uso (por primera vez) de la mística que se le atribuye. Todo esto en consonancia con resultados muy positivos, y tangibles. Me ilusioné, y eso no es poco para un argentino.

No puedo dejar de ver en Maradona y la selección, una versión deportiva y acotada de lo que somos como nación.

Tiene que seguir, hizo un buen trabajo hasta que nos topamos con un equipo que simplemente hizo los deberes mejor que nosotros.

Es que siempre tenemos todas las condiciones, pero todavía somos simplistas, cómodos y cortoplacistas.

Tenemos algo que no se puede transmitir, ni aprender: lo inexplicable que nos identifica y nos hace irresistibles ante el mundo, que nunca parece ser capaz de ignorarnos por completo. Hijos y nietos de inmigrantes que en vez de aceptar incorporarse a las filas o padecer la escasez, eligieron subirse a un barco y mandar todo al carajo: cambiar el mal conocido de la guerra y el hambre (nada fuera de lo común desde que Europa es Europa) por la incertidumbre de "lo bueno por conocer": ¿Cuántos de nosotros hoy día seríamos capaces? ¿Cuánta gente se sobreadapta a condiciones lamentables nada más que para no subirse a un avión? Nuestros abuelos y bisabuelos fueron capaces,y algo de eso nos quedó: evidentemente somos la síntesis de un estrato de gente muy especial, que a lo largo de unos 30 ó 40 años optó por hacer algo distinto.

Nos falta lo más fácil, que sí es lo que se puede aprender de otros pueblos con el pecho frío: hacer los deberes, calcular un poco, contar las monedas a ver si llegamos, ver algo más allá de pasado mañana.


Desde una reunión de consorcio hasta las eliminatorias del mundial, pasando por cualquier otro asunto que nos involucre, la Argentina siempre se manifiesta en patrones bien definidos, desde cualquier plano que se lo quiera analizar. Falta madurar un poco.

Pero mientras tanto, hay que creer que somos capaces, así como en su debido momento lo hicieron la bobe, el opa y la oma, la iaia o los nonos cuando se les cruzó por el balero ir hasta el puerto a averiguar cuánto salía un par de pasajes de ida a latinoamérica.

El tipo se tiene que quedar, es el que mejor nos representa.

Alejandro Bresler dijo...

Adrián;

subo tu comentario a la página, porque me gustó.

Saludos